¿Qué materiales y sistemas favorecen un buen aislamiento térmico?

En función de la zona climática donde esté la vivienda será más recomendable un tipo de  aislamiento u otro, y es fundamental que ese aislamiento térmico sea continuo por toda la envolvente del edificio para evitar los temidos puentes térmicos, fisuras o filtraciones que es por donde se ‘cuela’ el frío o el calor y que se dan sobre todo en las juntas entre las ventanas, entre la fachada y el forjado, cubierta con fachada, etc.

Hay 3 maneras de aislar: la primera opción siempre sería aislar por el exterior (fachada), ya de esta forma nos aseguramos de que no hay puentes térmicos.

Sin duda, el sistema de aislamiento térmico exterior (SATE) para fachadas es la estrella de los aislamientos, colocándose en las paredes exteriores de un edificio, por tanto, atajando el problema desde su origen (el exterior). El SATE es apto para obra nueva y para rehabilitación y da respuesta a las diferentes necesidades de ahorro energético, a la vez que contribuye a mejorar las condiciones de confort en el interior de la vivienda, tanto en climas cálidos como fríos.

Si no fuera viable la instalación de SATE, existen tanto el aislamiento por el interior de la vivienda, como por el interior de la cámara. Estos sistemas no son tan eficientes y se pueden generar puentes térmicos, pero ayudarán a mitigar las pérdidas y a generar espacios de mayor confort en la vivienda y menos gasto.

Por otro lado, hay que evitar las pérdidas de calor a través de los huecos y cerramientos, y para ello el punto más sensible son los acristalamientos de las ventanas.

Para evitar las pérdidas energéticas y caloríficas a través de las ventanas y mantener por tanto una temperatura y humedad adecuadas en el interior de la vivienda, es buena idea optar por dobles o incluso triples acristalamientos.

De esta forma, además, reduciremos el uso de aire acondicionado (o de calefacción en invierno), con el consiguiente ahorro de energía y de dinero en las facturas. Además, hay algunos vidrios que incorporan además tratamiento para reducir el ruido, por lo que los beneficios se multiplican.

Importante: no olvidarse de las separaciones interiores

Cuando se ha conseguido asegurar el correcto aislamiento en la envolvente, en los espacios interiores, es vital contar con sistemas que permitan mantener ese confort térmico y acústico de una estancia a otra.

En este sentido, un tabique de placa de yeso proporciona un aislamiento acústico significativamente mayor que uno de ladrillo, con una diferencia de hasta 10 decibelios.

Además, en contra de lo que mucha gente piensa, se trata de un material resistente, contando con una estructura interna de acero anclada al suelo y techo para garantizar su estabilidad. Además, existen placas reforzadas con mayor dureza superficial, diseñadas específicamente para soportar impactos.

Y tú, ¿tienes pensado preparar tu vivienda para combatir el calor?